La Caja del Cine: Reseña: Climax

Mi peor pesadilla tiene nombre y se llama Climax, la película que a sacado de lo mas profundo los tormentos mas inesperados y que prodigiosamente juega con ellos.

Guión: Sin duda alguna Gaspar Noe lo hace de nuevo, es una película tan llena de matices de las características que hacen tan únicos a cada uno de sus personajes y que ven detonados desde lo más oscuro de si mismos por la alteración de la sangría, para quienes se lo preguntan la sangría fue drogada por la persona menos pensada, desde el principio se da una pista pero es imperceptible.

Aquí al igual que en películas anteriores de su autor la historia gira entorno a la traición, la hipocresía que existe entre los bailarines y sobre todo de los deseos ocultos. Cuando dije que mi peor pesadilla tiene un nombre y se llama Climax es en serio, realmente explora además de lo peor del ser humano también sus más profundos temores ya que el sufrimiento lo tienen desde el niño hasta los bailarines que más se hacen notar entre todos los demás.

Sonido: Este es un aspecto extremadamente importante, encaja perfectamente con todo el aspecto visual se la película y hace de la misma una experiencia sensorial única donde hay un momento en el que no se dice absolutamente ninguna palabra pero se describe lo más bajo y la desesperación más grande de todos los bailarines de una manera tan perfecta que de no haber sonido la película solo sería imágenes extrañas sin ningún sentido.

Desde el inicio la música cuenta demasiadas cosas, describe la relación y unidad que existe entre los bailarines en sentido artístico y más tarde con el transcurrir de los minutos la misma se transforma de una manera camaleónica, casi imperceptible ya que describe el clímax de la historia gracias a las frecuencias bajas y melodías completamente distintas a las que se escuchaban en un principio.

Fotografía y Diseño de Producción: Un aspecto manejado con maestría absoluta, lleno de planos secuencias que enriquecen demasiado el aspecto visual y que a pesar de que muchas veces se encuadren personas que permanecen quietas cuando hay un movimiento se realiza con un dinamismo absoluto apoyado siempre en los motivos que tiene el personaje que sigue para moverse logrando así que en ningún momento la perspectiva del espectador se pierda sin sentido sino que siempre haya una dirección objetiva, dando el protagonismo de la película no a una sola persona sino a todos por igual (tal vez a la relación entre Selva y David se le da especial importancia pero no deja la atención en general no pierde el equilibrio).

El juego de luces que existe en todo el lugar es imprescindible para describir las características de sus personajes que se quieren mostrar y la fase personal que atraviesan logrando una representación visual bastante interesante de la inocencia, la incertidumbre y la desesperación durante todo el transcurso de la película.

Conclusión: Esta es una película que me ha hecho sentir incomodo en el buen sentido de la palabra, más que enseñar una lección experimenta con los sentidos y sin duda logra un resultado fantástico e inesperado, sin duda alguna una de las mejores películas que he visto.